Lechuga baby roja
(Lactuca sativa)

Es una planta con raíz pivotante y ramificada de unos 25 cm. El crecimiento se desarrolla en la roseta; las hojas se disponen alrededor de un tronco central, corto y cilíndrico que gradualmente se va alargando para producir las inflorescencias, formadas por capítulos de color amarillo (parecidos al diente de león) reunidos en corimbos. Las semillas están provistas de un vilano plumoso. Son hierbas anuales, con savia lechosa; tallos erectos, solitarios o pocos, glabros, 0.3–1 m de alto.

La lechuga soporta peor las temperaturas elevadas que las bajas. Como temperatura máxima tendría los 30 °C y como mínima puede soportar hasta –6 °C. No es bueno que la temperatura del suelo baje de 6-8 °C. Exige que haya diferencia de temperaturas entre el día y la noche. La humedad relativa conveniente es del 60 al 80 %, aunque en determinados momentos agradece menos del 60 %.

Prefiere suelos ligeros, arenoso-limosos y con buen drenaje. El pH óptimo se sitúa entre 6,7 y 7,4. Vegeta bien en suelos humíferos, pero si son excesivamente ácidos será necesario encalar. En ningún caso admite la sequía, aunque es conveniente que la costra del suelo esté seca para evitar en todo lo posible la aparición de podredumbres de cuello.

Esta planta es muy exigente en potasio y al consumir más potasio va a absorber más magnesio, por lo que es necesario equilibrar esta posible carencia al abonar el cultivo.2​También es muy exigente en molibdeno durante la primera etapa del desarrollo.